Hoy, quizá seguimos tranquilos andando por la ciudad, viviendo el día a día, pero no nos detenemos a pensar,¿y los que están privados de la libertad, qué piensan, qué sienten, cómo viven desde el primer instante de su cautiverio?
Creo que nos hemos vuelto desdichados cuando existen compatriotas secuestrados, cuando la guerra no es más que la falacia de una ideología que se ha perdido, que no tiene rumbo, que gravita en el ambiente frío y temeroso de verte encerrado en medio de la selva, o de la geografía colombiana, que para ellos ha dejado de ser hermosa, pues allí seguirán privados de la libertad!!
LETRAS DE EXPRESIÓN
lunes, 28 de febrero de 2011
miércoles, 11 de noviembre de 2009
CRÓNICA DE LENGUAJE
EL LENGUAJE COTIDIANO COLOMBIANO
Quien mejor acude al modismo, más colombiano es!
Por: Alexis Fúkene Gómez
Es una frase que ha comenzado a inquietarme, las formas en que alguien se expresa no podrían ser las más adecuadas pero ayudarán a romper el momento tensionante si alguna vez existe, porque es cautivante o quizá no muy sutil, claro cuando alguien no lo sabe expresar, porque es una expresión la que invita a reír o a ser distante.
Los actores son las personas, aquellos individuos que solamente se comunican, de mil formas para dar a entender algo, a veces hablando un mismo idioma o creando uno propio, tan propio que lo convierte en una particularidad, como la que hoy en día ha ido cambiando a través de los tiempos y de las épocas en que la ciencia sigue avanzando y la tecnología define su estilo.
Regresando a nuestro tema de expresión, en Colombia, un país del sur de América, rico en recursos naturales y donde su gente tiene carisma, es un territorio que crea identidades día a día, y esa creación la hace diferente de otras naciones que desconocen la forma de vivir en medio de tanta desazón política, y es aquí, desde el ámbito de la política que se utilizan nuevos lenguajes o expresiones que se vuelven con el tiempo cotidianas, porque los representantes del pueblo también las utilizan, lo que los académicos pudieran llamar modismos y que los colombianos adoptan a su forma de expresión verbal.
La situación actual de la economía mundial amerita que se acuda a buenos manejos del dinero por parte de cada persona, pero algunos para maquillar la situación y expresar que no están tan mal podrían decir: “ahí en la lucha”, porque son un poco optimistas, entienden que así estamos todos, que cuando incomoda algo dicen con signo de interrogación: “que tal mi tío?” porque al parecer todos pueden ser parientes que cuando son incumplidos se convierten en “mucho chirrete”, que si es tonto será “mucha habichuela”, que se pueden llamar, si no quieren que los incomoden especialmente “no jodás Jonás”; porque en caso de que los tildes de gustar el mismo género dirán que “primero calvo que con trenzas”, y si pasó algo en una noche loca y por culpa del alcohol, se hace relevante el “si te vi no me acuerdo”, y para que nos presten algo, la frase convincente será “venga, todo bien”, porque cuando algo está listo es que “sale pa’ pintura” o “listo pa’ la foto”.
Si hace mucho no vemos a alguien el mejor modismo utilizado es “dichosos los ojos”, lo que indica que es bueno verle de nuevo, y si preguntan por algo que la respuesta siempre va a ser negativa, el “nanay cucas” es el artilugio perfecto, y con las situaciones complicadas “me la puso de pa’rriba” es el mejor calificativo para la situación.
En este país de tanta gente pujante, también es permitido que otro compatriota nos diga: “qué, se delicó?”, si nos dejan con mal genio, porque existe el mal genio entre tanto argot colombiano, y por supuesto como en esta nación se come muy bien, la sazón es exquisita y los mejores manjares son los de la casa, donde encontramos el glotón que la familia apoda como “el comete alguito”, porque “donde come uno, comen dos”, y podemos estar en la misma situación que alguien cuenta, ya sea emocional, económica o social, entonces “así está María de un pecho”, y sin saber “quién carajos” es María, podríamos pensar que es la de Jorge Isaacs.
La lista sería muy larga si de utilizar modismos se trata, pero por ahora sería bueno una despedida, podría ser formal y con agradecimiento por la atención prestada, o quizá sin tanto protocolo y un simple adiós es suficiente, pero como lo importante es utilizar los colombianismos, “tons” “nos vemos en el espejo”, o si no le parece “parce” porque usted se “rayó”, mejor sabe que, “suerte, dijo el lotero”, o como el plomero, “tuberías”, o como la nube, “lloveré”; ah “ni jodamos”, le podría decir “chaolín” y ud me entiende, así que como dijo el conejo: “alzo el c… y los dejo”
Quien mejor acude al modismo, más colombiano es!
Por: Alexis Fúkene Gómez
Es una frase que ha comenzado a inquietarme, las formas en que alguien se expresa no podrían ser las más adecuadas pero ayudarán a romper el momento tensionante si alguna vez existe, porque es cautivante o quizá no muy sutil, claro cuando alguien no lo sabe expresar, porque es una expresión la que invita a reír o a ser distante.
Los actores son las personas, aquellos individuos que solamente se comunican, de mil formas para dar a entender algo, a veces hablando un mismo idioma o creando uno propio, tan propio que lo convierte en una particularidad, como la que hoy en día ha ido cambiando a través de los tiempos y de las épocas en que la ciencia sigue avanzando y la tecnología define su estilo.
Regresando a nuestro tema de expresión, en Colombia, un país del sur de América, rico en recursos naturales y donde su gente tiene carisma, es un territorio que crea identidades día a día, y esa creación la hace diferente de otras naciones que desconocen la forma de vivir en medio de tanta desazón política, y es aquí, desde el ámbito de la política que se utilizan nuevos lenguajes o expresiones que se vuelven con el tiempo cotidianas, porque los representantes del pueblo también las utilizan, lo que los académicos pudieran llamar modismos y que los colombianos adoptan a su forma de expresión verbal.
La situación actual de la economía mundial amerita que se acuda a buenos manejos del dinero por parte de cada persona, pero algunos para maquillar la situación y expresar que no están tan mal podrían decir: “ahí en la lucha”, porque son un poco optimistas, entienden que así estamos todos, que cuando incomoda algo dicen con signo de interrogación: “que tal mi tío?” porque al parecer todos pueden ser parientes que cuando son incumplidos se convierten en “mucho chirrete”, que si es tonto será “mucha habichuela”, que se pueden llamar, si no quieren que los incomoden especialmente “no jodás Jonás”; porque en caso de que los tildes de gustar el mismo género dirán que “primero calvo que con trenzas”, y si pasó algo en una noche loca y por culpa del alcohol, se hace relevante el “si te vi no me acuerdo”, y para que nos presten algo, la frase convincente será “venga, todo bien”, porque cuando algo está listo es que “sale pa’ pintura” o “listo pa’ la foto”.
Si hace mucho no vemos a alguien el mejor modismo utilizado es “dichosos los ojos”, lo que indica que es bueno verle de nuevo, y si preguntan por algo que la respuesta siempre va a ser negativa, el “nanay cucas” es el artilugio perfecto, y con las situaciones complicadas “me la puso de pa’rriba” es el mejor calificativo para la situación.
En este país de tanta gente pujante, también es permitido que otro compatriota nos diga: “qué, se delicó?”, si nos dejan con mal genio, porque existe el mal genio entre tanto argot colombiano, y por supuesto como en esta nación se come muy bien, la sazón es exquisita y los mejores manjares son los de la casa, donde encontramos el glotón que la familia apoda como “el comete alguito”, porque “donde come uno, comen dos”, y podemos estar en la misma situación que alguien cuenta, ya sea emocional, económica o social, entonces “así está María de un pecho”, y sin saber “quién carajos” es María, podríamos pensar que es la de Jorge Isaacs.
La lista sería muy larga si de utilizar modismos se trata, pero por ahora sería bueno una despedida, podría ser formal y con agradecimiento por la atención prestada, o quizá sin tanto protocolo y un simple adiós es suficiente, pero como lo importante es utilizar los colombianismos, “tons” “nos vemos en el espejo”, o si no le parece “parce” porque usted se “rayó”, mejor sabe que, “suerte, dijo el lotero”, o como el plomero, “tuberías”, o como la nube, “lloveré”; ah “ni jodamos”, le podría decir “chaolín” y ud me entiende, así que como dijo el conejo: “alzo el c… y los dejo”
martes, 20 de octubre de 2009
CON AROMA A ROSAS
DESCANSO ANIMAL
viernes, 16 de octubre de 2009
INICIO DE SEMANA, CLASE DE REDACCIÓN
Estoy cavilando para crear mi crónica
Por: Alexis Fúkene Gómez
Doy dos o tres golpes en la puerta del salón de clase, lo que indica que ya han pasado algunos minutos después de las 6 de la tarde, la clase de redacción para prensa ha comenzado. El profesor Piedrahita pregunta si hay alguna inquietud con las notas y al no recibir respuesta alguna, da inicio a su clase del día lunes.
Aunque no estoy satisfecho con la nota, inicia el nuevo ejercicio puesto en clase, el tema es la crónica, es nuevo y me dedicaré a realizar una, porque esto será parte de mi nota para este último corte, que significa el mayor porcentaje en el semestre; y como debo mejorar la nota de esta materia, cavilo un poco para que lo escrito sea notorio, excelente, y casi perfecto para poder mejorar el promedio académico.
No es fácil dar inicio al texto para mí, quizá las miradas perdidas sean más concluyentes que mi propia forma de escritura, de relato y de redacción, porque cuando se trabaja al límite de una calificación, son exigentes los detalles de cada ejercicio que se realiza en clase y los que se dejan para la casa.
Por ahora la idea es clara, el tema se ha explicado y todo consiste en aplicar lo visto, porque no serán aceptadas las excusas, ni existirán muchos espacios para permitir al error que se plasme en una de las letras que inserto a medida que mi mente sigue un proceso, quizá ordenado, lógico y hasta dando paso a lo incoherente, por temor a equivocarme.
Podría escribir de mil formas, en otro idioma si así lo prefiero, pero la información debe ser clara, pues será leída por los demás compañeros de clase, los que siguen dando forma a su texto; y el sonido de cada teclado le ha ganado al silencio y a las expresiones verbales, que son ausentes por este momento mientras los minutos amenazan con recortar el tiempo de clase.
Así seguiré dando puntadas de lírica para crear mi crónica, una herramienta que hace parte de mi proceso de formación pero también de mi historial académico, porque la formación universitaria así lo exige y es tan relevante como cada uno de mis escritos, de mi forma de pensar y de mi vida.
Entiendo que todos somos elementos en formación, creadores de relatos, imágenes de lo que seremos en el futuro, aunque no sea mi mayor expresión la escritura, sí será esencial para la carrera, porque hace parte de lo que el éxito decida pedirme como requisito para hacer parte de el.
Por: Alexis Fúkene Gómez
Doy dos o tres golpes en la puerta del salón de clase, lo que indica que ya han pasado algunos minutos después de las 6 de la tarde, la clase de redacción para prensa ha comenzado. El profesor Piedrahita pregunta si hay alguna inquietud con las notas y al no recibir respuesta alguna, da inicio a su clase del día lunes.
Aunque no estoy satisfecho con la nota, inicia el nuevo ejercicio puesto en clase, el tema es la crónica, es nuevo y me dedicaré a realizar una, porque esto será parte de mi nota para este último corte, que significa el mayor porcentaje en el semestre; y como debo mejorar la nota de esta materia, cavilo un poco para que lo escrito sea notorio, excelente, y casi perfecto para poder mejorar el promedio académico.
No es fácil dar inicio al texto para mí, quizá las miradas perdidas sean más concluyentes que mi propia forma de escritura, de relato y de redacción, porque cuando se trabaja al límite de una calificación, son exigentes los detalles de cada ejercicio que se realiza en clase y los que se dejan para la casa.
Por ahora la idea es clara, el tema se ha explicado y todo consiste en aplicar lo visto, porque no serán aceptadas las excusas, ni existirán muchos espacios para permitir al error que se plasme en una de las letras que inserto a medida que mi mente sigue un proceso, quizá ordenado, lógico y hasta dando paso a lo incoherente, por temor a equivocarme.
Podría escribir de mil formas, en otro idioma si así lo prefiero, pero la información debe ser clara, pues será leída por los demás compañeros de clase, los que siguen dando forma a su texto; y el sonido de cada teclado le ha ganado al silencio y a las expresiones verbales, que son ausentes por este momento mientras los minutos amenazan con recortar el tiempo de clase.
Así seguiré dando puntadas de lírica para crear mi crónica, una herramienta que hace parte de mi proceso de formación pero también de mi historial académico, porque la formación universitaria así lo exige y es tan relevante como cada uno de mis escritos, de mi forma de pensar y de mi vida.
Entiendo que todos somos elementos en formación, creadores de relatos, imágenes de lo que seremos en el futuro, aunque no sea mi mayor expresión la escritura, sí será esencial para la carrera, porque hace parte de lo que el éxito decida pedirme como requisito para hacer parte de el.
INICIO DE SEMANA, CLASE DE REDACCIÓN
Algunos estudiantes cavilan para crear su crónica
Por: Alexis Fúkene Gómez
Dos o tres golpes en la puerta del salón de clase, lo que indica que ya han pasado algunos minutos después de las 6 de la tarde, la clase de redacción para prensa ha comenzado. El profesor Piedrahita pregunta si hay alguna inquietud con las notas y al no recibir respuesta alguna, da inicio a su clase del día lunes.
Aunque los alumnos no están satisfechos con sus notas, inician el nuevo ejercicio puesto en clase, el tema es la crónica, es nuevo y se dedicarán a realizar una, porque esto será parte de la nota para este último corte, que significa el mayor porcentaje en el semestre; y como los estudiantes deben mejorar la nota de esta materia, cavilan un poco para que lo escrito sea notorio, excelente, y casi perfecto para poder mejorar su promedio académico.
No es fácil dar inicio al texto para algunos estudiantes, quizá las miradas perdidas sean más concluyentes que su propia forma de escritura, de relato y de redacción, porque cuando se trabaja al límite de una calificación, son exigentes los detalles de cada ejercicio que se realiza en clase y los que se dejan para la casa.
Por ahora la idea es clara, el tema se ha explicado y todo consiste en aplicar lo visto, porque no serán aceptadas las excusas, ni existirán muchos espacios para permitir al error que se plasme en una de las letras que se insertan a medida que las mentes siguen un proceso, quizá ordenado, lógico y hasta dando paso a lo incoherente, por temor a equivocarse.
Podrían escribir de mil formas, en otro idioma si así lo prefieren, pero la información debe ser clara, pues será leída por los demás compañeros de clase, los que siguen dando forma a su texto; y el sonido de cada teclado le ha ganado al silencio y a las expresiones verbales, que son ausentes por este momento mientras los minutos amenazan con recortar el tiempo de clase.
Así seguirán dando puntadas de lírica para crear su crónica, una herramienta que hace parte de su proceso de formación pero también de su historial académico, porque la formación universitaria así lo exige y es tan relevante como cada uno de sus escritos, de su forma de pensar y de su vida.
Se entiende que todos son elementos en formación, creadores de relatos, imágenes de lo que serán en el futuro, aunque no sea su mayor expresión la escritura, sí será esencial para su carrera, porque hace parte de lo que el éxito decida pedirles como requisito para hacer parte de el.
Por: Alexis Fúkene Gómez
Dos o tres golpes en la puerta del salón de clase, lo que indica que ya han pasado algunos minutos después de las 6 de la tarde, la clase de redacción para prensa ha comenzado. El profesor Piedrahita pregunta si hay alguna inquietud con las notas y al no recibir respuesta alguna, da inicio a su clase del día lunes.
Aunque los alumnos no están satisfechos con sus notas, inician el nuevo ejercicio puesto en clase, el tema es la crónica, es nuevo y se dedicarán a realizar una, porque esto será parte de la nota para este último corte, que significa el mayor porcentaje en el semestre; y como los estudiantes deben mejorar la nota de esta materia, cavilan un poco para que lo escrito sea notorio, excelente, y casi perfecto para poder mejorar su promedio académico.
No es fácil dar inicio al texto para algunos estudiantes, quizá las miradas perdidas sean más concluyentes que su propia forma de escritura, de relato y de redacción, porque cuando se trabaja al límite de una calificación, son exigentes los detalles de cada ejercicio que se realiza en clase y los que se dejan para la casa.
Por ahora la idea es clara, el tema se ha explicado y todo consiste en aplicar lo visto, porque no serán aceptadas las excusas, ni existirán muchos espacios para permitir al error que se plasme en una de las letras que se insertan a medida que las mentes siguen un proceso, quizá ordenado, lógico y hasta dando paso a lo incoherente, por temor a equivocarse.
Podrían escribir de mil formas, en otro idioma si así lo prefieren, pero la información debe ser clara, pues será leída por los demás compañeros de clase, los que siguen dando forma a su texto; y el sonido de cada teclado le ha ganado al silencio y a las expresiones verbales, que son ausentes por este momento mientras los minutos amenazan con recortar el tiempo de clase.
Así seguirán dando puntadas de lírica para crear su crónica, una herramienta que hace parte de su proceso de formación pero también de su historial académico, porque la formación universitaria así lo exige y es tan relevante como cada uno de sus escritos, de su forma de pensar y de su vida.
Se entiende que todos son elementos en formación, creadores de relatos, imágenes de lo que serán en el futuro, aunque no sea su mayor expresión la escritura, sí será esencial para su carrera, porque hace parte de lo que el éxito decida pedirles como requisito para hacer parte de el.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Sin vías de acceso cercanas!!
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